En una terraza a la orilla del mar, en un típico pueblo serrano o en una rústica tasca de pescadores. Escoge el escenario que más le guste y prepárate para descubrir por qué la gastronomía algarvía es tan apreciada.

Seguramente hayas oído hablar de Algarve como paraíso costero de idílicas playas y rincones de impactante belleza, que lo es. Pero ese paraíso tiene otra cara: los guisos elaborados con mimo en cazuelas de barro, los pescados asados lentamente en el carbón de la parrilla, el marisco preparado en cataplanas de cobre… Ese paraíso de sabores es el que más nos gusta de Algarve, todo un mundo por descubrir para deleitar paladar y espíritu.

La región ofrece una cocina asentada sobre años de historia y tradición e ingredientes básicos, bocados de placer directamente traídos del mar o de tierra adentro aderezados con simplicidad, esmero y mucha sabiduría.

PESCADO Y CARNE: MATERIAS PRIMAS DEL ENTORNO

Tratándose de una tierra de pescadores, qué mejor que deleitarse con platos a base de frutos del mar. El pescado a la brasa y las cataplanas de marisco son propuestas irresistibles en cualquier momento, pero también están los choquitos en su tinta, la feijoada de bucios o los jureles. En general, las mejores recetas incluyen todas las variedades locales de almejas, ostras, berberechos, navajas, bígaros o percebes, a la parrilla, fritos o ligeramente hervidos. Un verdadero placer para acompañar con una copita de vino blanco bien fresquito.

Las sardinas son el producto estrella de esta tierra, capaces de eclipsar con su sabor a platos mucho más elaborados. Sus grandes admiradores las recomiendan asadas a la parrilla y acompañadas de una ensalada típica de tomate, pepino y pimientos verdes, junto con una buena rebanada de pan casero.

El atún, muy abundante a lo largo de esta costa, también tiene un lugar preferente en la cocina. En Tavira o Vila Real de San António hay varios platos diferentes y exquisitos, como el Atún con almendras.

Y qué decir del pulpo. Pues que hay que probarlo. Las mejores recetas se pueden encontrar en Santa Luzia, un pueblo de pescadores cercano a Tavira, orgulloso de su Jibia en su tinta e innumerables recetas de pulpo (guisado en vino, a la parrilla, servido con arroz o simplemente al horno).

La Caldeirada, un guiso de pescado, es otro de los platos favoritos regionales y con frecuencia el mejor cocinado por los propios pescadores.

Para los que se aventuren Algarve adentro, los pueblos serranos reservan una suculenta cocina propia, con productos ineludibles como la carne de cerdo, las salchichas curadas en casa, las morcillas o el jamón ahumado.

Junto a la carne, el otro ingrediente estrella son las verduras, cultivadas en los valles de las colinas. Los guisantes y las habas son abundantes, y las hierbas aromáticas y especias dan a los platos un irresistible aroma que invita a probarlos.

De la unión de la rica carne local, las verduras y las especias surgen los sabrosos guisos algarvíos de cazuela que sirven en los restaurantes típicos. Entre los más famosos están los Garbanzos con calabaza y judías verdes, las Judías con calabaza, los Garbanzos con arroz y maíz dulce, la Sopa de liebre o la Perdiz estofada.

Como broche de oro, al final de cada comida hay que apreciar el famoso “medronho” (típico brandy de Algarve hecho a base de bayas) o un licor tradicional de frutos y miel.

DULCES QUE PONEN LA GUINDA

Las almendras, higos, naranjas y algarrobas cultivadas en el Algarve se convierten en apetitosos “Dom Rodrigo”, “morgados” o “mogadinhos”, queijinhos de higo y dulces finos que adornan los escaparates de las pastelerías.

Los roscones en Pascua, las empanadillas, las filloas y otros fritos de Navidad son delicias elaboradas en épocas de fiesta.

CITAS CON PALADAR

Hay muchas citas gastronómicas que no querrás perderte si estas por tierras algarvías.

En marzo podrás conocer los tan afamados embutidos de Monchique, producidos según los métodos tradicionales, en la Feria de los Embutidos Tradicionales de la Sierra de Monchique, que además incluye venta y exposición de productos como la miel, la repostería local, el aguardiente de madroño y el pan casero.

En verano dos son los festivales estrella: el Festival de la Sardinha de Portimão y el Festival del Marisco de Olhão. Ambos se celebran en agosto y evocan por igual el mar y la tradición pesquera de este destino portugués.

En los meses de octubre/noviembre es tiempo de batata dulce y percebes en el Festival de la Batata Dulce y de los Percebes de Aljezur.

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