10 consejos para disfrutar del té
Es divertido, sabroso, aromático… ¿Sabes cómo tomarlo para disfrutarlo al máximo y hacer de tu ‘tea time’ toda una experiencia?
1. Para saborear un buen té es fundamental elegir un producto de buena calidad. La calidad de la hoja influye de forma determinante en el color, olor y sabor del té.
2. La temperatura del agua es muy importante. Si el té es negro el agua debe estar entre los 90 y los 95°C, justo por debajo del punto de ebullición; para los tés verdes la temperatura ideal de preparación está entre los 85 y los 90°C. Para llegar a estas temperaturas basta con hervir el agua y esperar unos segundos a que se enfríe ligeramente. Si se prepara el té con agua hirviendo (a 100°C), el sabor y olor del té se verán perjudicados.
3. Si hervimos el agua en un recipiente al fuego, o con un hervidor de agua, la percepción del aroma y del sabor del té será más intensa.
4. Es preferible poner la bolsa del té en el recipiente donde vaya a consumirse y verter el agua caliente sobre ella. De esa forma nos aseguramos de que la temperatura de infusión sea la correcta.
5. El recipiente ideal para degustar el té son las tazas de cerámica, de porcelana de color blanco o de vidrio transparente. Estos recipientes nos permiten disfrutar el color del té, no interfieren en el sabor del mismo y mantienen su calor.
6. El tiempo de infusión ideal para preparar un buen té es de entre 2 y 3 minutos. No obstante, dependiendo del tipo del té y, sobre todo, de los gustos personales, este tiempo de infusión puede ser mayor o menor. Cuanto más tiempo se deje la bolsa en el agua, mayor será la extracción de las sustancias que nos proporciona el té: teanina, flavonoides, polifenoles, teína, taninos…, y mayor será la intensidad del sabor y de la astringencia. El equilibrio perfecto entre sabor, astringencia y extracción se alcanza entre los 2 y 3 minutos de infusión.
7. Azúcar, leche, limón… es cuestión de gustos. El azúcar ayuda a mitigar la astringencia de los taninos del té y redondea el sabor. Un efecto similar tiene la leche. El limón añade una nota de frescor por su acidez, lo cual puede ser muy interesante si el té se va a tomar frío, como refresco.
8. El aroma y sabor del té se aprecian mejor cuando el té está caliente, pero esto no es un impedimento para disfrutar de nuestro té frío en verano o en cualquier momento del año en el que nos apetezca algo fresco, ya que por su astringencia proporciona una agradable sensación refrescante en la boca.
9. Para poder apreciar en su totalidad el sabor y aromas del té debemos beberlo a pequeños sorbos, pasearlo por la boca para que vayan liberándose todos sus matices olfativos y gustativos, e incluso, al igual que haríamos con un vino, mezclarlo en la boca con aire para ayudar a que se liberen sus aromas.
10. ¿Solo a las 5 de la tarde, también por la mañana o siempre que nos apetezca? Por sus características y composición, el té es una bebida apta para ser consumida a cualquier hora del día, y además si no se le añade azúcar ni leche no aporta calorías.
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Fuente: Lipton