Alimentos frescos y con más sabor
En estos recipientes los productos frescos maduran y se conservan en un microambiente natural. Son ecológicos, estéticos y cuidan lo que comemos.
Fizpílar es el nombre de estos contenedores cerámicos fabricados con arcillas de extracción directa y reciclables 100 %, sin plomo ni aditivos. ¿Para qué sirven? Para mantener los productos frescos sin refrigeración eléctrica, consiguiendo además que el sabor de lo que comemos no quede enmascarado por la excesiva baja temperatura del frigorífico. En la práctica esto se traduce en que podemos comer fruta y verdura en su punto óptimo, con todo su sabor y sin que se estropee en la nevera; podemos conservar el pan hasta tres días; o podemos tener una mini-bodega en nuestra cocina.
Existen varios modelos según el producto a conservar pero todos cuidan la estética. La tapa, que puede ser de madera de abedul, haya, roble…, sirve también como tabla de corte.
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Odio la fruta fría de la nevera. Se le va el poco sabor que tiene ahora. ¡Buena idea!