Ruta del bacalao
Llega la Cuaresma y, fieles a la tradición y a la gastronomía de temporada, los restaurantes de la capital elaboran platos para la ocasión con el producto más típico de estas fechas como protagonista.
En Segovia capital el Grupo Julián Duque ya estaba presente con El Palacio de la Floresta —restaurante con varios comedores y una taberna de raciones y tapas—. Ahora amplían su oferta con este local situado en plena Plaza Mayor.
El proyecto, que presenta varios espacios y una oferta muy versátil, no ha dejado de lado la tradición de la cocina castellana, el mimo hacia los productos de la tierra y el buen hacer en los asados y platos de corte tradicional. Sin embargo, se adapta a los tiempos y a la zona donde se ubica.
Situado en pleno centro de tapeo de la ciudad, cuenta con una zona de barra y mesas altas donde rendirse a una carta de tapas y raciones pensadas para compartir. Quesos, ibéricos, cinco variedades de croquetas —entre ellas unas de cordero confitado muy originales — ensaladas o tostas son algunas de las posibilidades.
Para una comida más pausada, su salón interior ofrece una carta con bocados trabajados en los que destaca el producto de la tierra, con platos típicos de la cocina tradicional segoviana y asados, destacando entre todos el cochinillo, producto de referencia y protegido por su propia marca de calidad. Entre las sugerencias están el Salteado de Boletus edulis y trigueros, láminas de jamón ibérico y aceite de trufa, los Judiones de la granja con chorizo, morcilla y oreja o el Rape a la plancha con salteado de boletus y langostinos.
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Restaurante Julián Duque
Plaza Mayor, 8. Segovia / Tel.: 921 4615 77 / www.restaurantejulianduque.es / Precio medio: de 30 a 40 €.
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A finales del mes pasado, fuimos a pasar el día mi mujer y yo con los niños a Segovia. Leímos por internet que el Grupo Julián Duque había abierto otro restaurante en pleno centro de Segovia, y aprovechando el viaje, pues comimos allí. La verdad es que comimos muy bien, la ensalada de pimientos rojos asados estaba muy buena. El cochinillo estaba para chuparse los dedos, hasta los niños lo comieron en vez del menú infantil! Un lujo poder comer en un restaurante así, además que el local es muy bonito. Ya sabemos donde ir a comer cuando volvamos a Segovia.