Pastas caseras, ensaladas, risottos… Cocina italiana, variada y personal, con toques mediterráneos.

A pesar de estar en pleno corazón de Madrid, Garbo es uno de esos restaurantes en los que uno se puede relajar y disfrutar de la comida, bien en el interior o en su terraza.

La carta, diseñada para cubrir distintas necesidades según el hambre y la hora, ofrece una gran variedad de propuestas muy sugerentes, tanto para un picoteo entre horas como para abrir boca en el salón a la espera de los platos principales.

Entre esos entrantes están los creativos Uovo tartufo (cama de patata confitada en aceite de trufa blanca con dos huevos fritos y ralladura de trufa), el Polpo grigliato (tentáculos de pulpo cocido a la parrilla con aceite de ajo y pimentón), su Selezione di calamari o una deliciosa Razione di parmigiano o de provolone pomodoro para degustar el sabor más auténtico.

Los amantes de las ensaladas pueden elegir entre ocho tipos diferentes, con nombres tan sugerentes como sus ingredientes y aderezos. La Gina Lollobrigida mezcla diferentes lechugas, cebolleta francesa al aceto balsámico, foie rallado, uvas pasas, almendras fileteadas y vinagreta de mango;  en la Amore mio los protagonistas son los involtinis de salmón ahumado con tomate fresco, parmesano, vinagreta francesa, miel y pétalos.

Pero si algo hace realmente especial a este restaurante son sus platos de pasta. Pastas caseras elaboradas diariamente en la propia cocina del restaurante y preparadas al momento, siempre con un toque personal. El repertorio es amplísimo, tanto en su variedad de frescas (spaguettis, rigatone, pappardelle, fettuccini, tallarines, fusillis y gnocchis) como en sus versiones rellenas (Raviolones spinacio, Lunette al foi, Raviolaccia alla castagna).

Y aunque cada plato de pasta esté pensado para una salsa específica, el cliente puede personalizar su plato eligiendo entre 12 salsas diferentes, también caseras. Por su originalidad y ligereza destacan la salsa tartufa nera (a base de trufa negra, mantequilla, espárragos trigueros, sal y aceite de trufa) y la salsa garbo (con ajo, tomate concassé, queso mozzarella y albahaca).

También los tres tipos de risotto son protagonistas y se elaboran al momento: Risotto rosso di carabineros (carabineros, salsa de crustáceos y queso parmesano), Risotto milanés & trufa (mantequilla, crema, queso parmesano y trufa laminada) y el Risotto funghi (con hongos famigliola, espárragos trigueros, olio de trufa blanca y queso Parmigiano).

Merece la pena reservar un hueco para probar sus postres de elaboración propia, como la excelente Tarta de manzana —se prepara en el momento y su elaboración artesanal se demora unos 25 minutos—, el Tiramisú italiano al estilo de Garbo, el Panna cotta típico del Piamonte, la Tarta de queso o sus originales y digestivos sorbetes.

De su completa e internacional bodega se pueden elegir vinos italianos, vinos españoles (Montsant, Ribera del Duero o Rioja) e incluso vinos de Argentina, Francia, Australia, Chile o EE.UU.

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Restaurante Garbo

Plaza del Carmen, 4. Madrid / Tel.: 91 523 26 10 / Precio medio: de 30 a 35 €.