En el jardín de un palacio, bajo la atenta mirada de los Picos de Europa y con vistas al valle del río Piloña. ¿Quieres saber dónde puedes disfrutar de esto? 

Me encanta el otoño. Es mi estación favorita. La temperatura es perfecta para seguir disfrutando de actividades al aire libre y el ambiente se tiñe de bucólicas tonalidades ocres, naranjas, rojizas y marrones que convierten casi cualquier paisaje en una postal.

La Sierra del Sueve, en Asturias, es uno de esos lugares mágicos en otoño. Y allí, en el Hotel Palacio de Cutre, es donde se puede disfrutar —previo encargo y desde 45 euros por persona—  de un fantástico brunch en el campo en compañía de amigos o familiares.

Los jardines del propio hotel, poblados por castaños, fresnos, tilos, hortensias… ¡y un roble de más de 500 años!, sirven de perfecto decorado. En la mesa los protagonistas son productos y recetas típicos asturianos elaborados de manera tradicional: dulces y salados entre los que destacan los bizcochos caseros, macedonia, frutas preparadas, embutidos ibéricos, tortos de maíz variados, surtidos de ahumados, empanadas caseras de carne y bonito, gambones, crema de mariscos del Cantábrico, cabritin del Sueve con palatinos, roasf beef de ternera asturiana, risottos y pizzas variados o quesos del Principado. Además, zumos de frutas, infusiones, café y chocolates.

Una propuesta muy apetecible para disfrutar del paisaje y de la gastronomía. Y si queda tiempo y ganas de más, existen rutas cercanas para seguir disfrutando de los sabores asturianos, como la Ruta del Queso, la Sidra y la Cultura, una suculenta visita por la localidad de Asiegu (Cabrales).