Asistimos a un taller de repostería en el que aprendemos a decorar cupcakes y a hacer dulces libaneses. ¿Te apuntas?

No soy muy de dulces, la verdad, nunca lo he sido. No me van los merengues, ni la nata, ni la crema… Siempre he preferido las pastitas de té a los pasteles, y si tengo que elegir un bollo huyo de rellenos y me quedo con un croissant, a lo sumo una napolitana de chocolate. Sí, soy así de aburrida.

Y entonces, ¿qué se me ha perdido a mí en un taller de diseño de cupcakes? Básicamente curiosidad por conocer un poquito más sobre ese universo de magdalenas de diseño en miniatura. Eso y que soy de las que piensan que el saber no ocupa lugar.

La cita fue en La Cocina de San Antón —tenéis que ir a disfrutar de su terraza, en verano o en invierno—, y allí nos esperaban Eva y Anita, entre muffins , frostings, dulces, frutos secos… Con estas cake designers aprendimos a rellenar y decorar cupcakes y a trabajar la pasta filo, y además compartieron con nosotros unas cuantas recetas para que podamos presumir de habilidades “tartíssticas” en casa.

La gran sorpresa me la llevé con un dulce que no había probado nunca: el baklava. Una auténtica delicia hecha con la mencionada pasta filo, frutos secos picados —al gusto: nueces, avellanas, almendras…— y un almíbar elaborado con azúcar, agua de rosas y agua de azahar. Para trabajar la pasta hay que tener cierta maña —se seca enseguida y es algo delicada—, pero la elaboración en sí no es difícil. Y el resultado conquista paladares, seguro.

Además de cupcakes, las chicas de Tartísstica son unas artistas en el diseño de tartas. Fijaros en estos productos de la huerta, ¡absolutamente todo está hecho a base de bizcocho y fondant! Impresionante, ¿no?

Aunque sigue sin apasionarme el dulce, después de esta experiencia confieso que voy a ponerme el delantal y darles mi toque personal a las magdalenas que hacemos en casa. Y quién sabe, lo mismo hasta sorprendo a algún invitado con unos baklava.

……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

Por Y. Delgado