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Experiencias gourmet entre cielo y mar

Experiencias gourmet entre cielo y mar

Cuzco y Sicilia, dos destinos que nada tienen que ver, brindan experiencias únicas de la mano de Orient-Express.

¿Te imaginas cómo debe ser contemplar el fascinante Valle Sagrado de los Incas a vista de pájaro? ¿Y almorzar con los pies literalmente ‘en remojo’? No hace falta que sigas imaginando porque son experiencias en las que tú puedes ser el protagonista.

EL VALLE SAGRADO DE LOS INCAS…DESDE EL CIELO

Sus coloridos mercados, sus increíbles paisajes y sus fascinantes yacimientos arqueológicos hacen del Valle Sagrado una visita obligada en Cuzco. Pero no tiene que ser una visita corriente. ¿No te parece más emocionante explorar el valle elevándote sobre sus diminutos y pintorescos pueblecitos cual ave andina?

El Hotel Río Sagrado ofrece vuelos en globo aerostático acompañados de una copa de champagne como parte de un exclusivo programa que incluye desayuno y alojamiento.

Al amanecer se parte desde el hotel hasta Yucay o Maras, puntos de despegue. Una vez allí, prepárate para disfrutar de un vuelo único (la ruta del viaje depende de las condiciones del viento) con atractivas panorámicas como los picos nevados de Verónica y Chicón, las terrazas circulares incas de Moray, iglesias dispersas y grandes plantaciones agrícolas. Un viaje en el que podrás relajarte y brindar por las espectaculares vistas con una copa de champagne.

Al final del vuelo te espera un ‘desayuno celebración’ preparado por el hotel. Sin duda el colofón perfecto para una experiencia inolvidable.

El programa se llama ‘Sky Adventure’ y está disponible de abril a octubre.

Vuelo en globo sobre el Valle Sagrado

ALMUERZO ‘EN REMOJO’ EN TAORMINA

Y del cielo inca al mar de Sicilia, concretamente a las aguas cristalinas de la Bahía de Mazzarò, en las que te espera un almuerzo privado bajo el romántico sol siciliano, saboreando champagne y acariciado por la cálida brisa marina (puede que incluso con algún invitado sorpresa bajo la mesa…).

El Villa Sant’Andrea tiene preparado para sus huéspedes un refrescante almuerzo privado en el mar; por supuesto, con los pies en el agua, así que hay que remangarse los pantalones. Del resto se encarga el Chef Ejecutivo Salvatore Gambuzza, que cocina los platos que gusten los invitados. Una experiencia romántica, divertida e inolvidable en una mesa en la que no falta detalle alguno.

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