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Los compañeros del vino

Los compañeros del vino

Cada vez hay más accesorios para disfrutar del vino de una manera más intensa. Elegir la copa indicada, el mejor decantador o la mejor añada ayuda a apreciar la esencia de un buen caldo.

LA BOTELLA

La forma y el color son las dos variables que diferencian a unas botellas de otras. La forma propia de la mayoría de las botellas de vino tiene una razón primordial: que sean fácilmente apilables. Además, la curva de la base evita que los posos del vino caigan a la copa cuando se sirve.

Dependiendo del tipo de vino, el color de la botella será uno u otro. Para los vinos de guarda, aquellos que están más tiempo en bodega, se necesitan botellas más oscuras, que evitan la oxidación del vino.  Por el contrario, los vinos jóvenes y de consumo inmediato están envasados en botellas transparentes.

EL SACACORCHOS

Existen 4 tipos diferentes de sacacorchos:

  1. De dos tiempos: el clásico que utilizan la mayoría de los camareros. Se usa introduciendo la espiral en el corcho y haciendo fuerza en el cuello de la botella. Es el más efectivos y fácil de usar.
  2. De palanca: es más caro, pero resulta perfecto para abrir las botellas sin estropear el corcho y casi sin esfuerzo.
  3. Bilama: para botellas con el corcho viejo y frágil. Sus dos láminas se introducen entre el corcho y la botella, sacándolo limpiamente.
  4. De aire: introduce aire a través del corcho y la presión hace que este salga. Hay que tener cuidado porque si la botella tiene alguna grieta puede estallar.

EL CORCHO

Los mejores son los de corcho, pero también los hay de silicona y de rosca.

LA COPA

Las diferencias están en la calidad del cristal y sus formas.

Atendiendo a la calidad, podemos encontrar copas desde los 6 € hasta los 50 €. La diferencia de precio se debe al proceso de producción. Las más costosas son las hechas a mano. Se recomienda lavarlas a mano y con jabón neutro o el lavavajillas  acabará estropeándolas.

Cada forma corresponde a un tipo de vino diferente y mejorará su degustación fortaleciendo sus características. Para vinos poco aromáticos, las copas son más cerradas. Las del blanco son más pequeñas que las de tinto, para que el aroma aguante más.

EL DECANTADOR

Aunque no siempre es necesario, en algunas ocasiones oxigenar un vino con un decantador hace que sus propiedades se potencien y se pueda disfrutar en su mayor plenitud. Por ejemplo, un vino criado en barrica tomará más fuerza si antes de servirlo se decanta. Y también es un accesorio ideal para tintos con bastante cuerpo y estructura, como los Burdeos, Ribera del Duero o Prioratos.

Pueden ser más abiertos o más cerrados. Para los vinos blancos,  debido a que se oxigenan más rápidamente, un decantador más cerrado de cuello alargado sería idóneo.

EL ENFRIADOR

Son el accesorio perfecto para servir el vino a la temperatura indicada para cada uno de ellos. Los más sofisticados incluso pueden conservar las botellas abiertas de vino durante mucho tiempo gracias a la inyección de gas argón.

LA BOMBA DE VACÍO

Cuando dejamos una botella abierta a medias, corremos el riesgo de que el vino se oxide y pierda sus propiedades. Para evitar que envejezca rápidamente existen las bombas de vacío, que sacan el aire de la botella garantizando su conservación adecuada durante un tiempo.

 

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