Los nuevos de Bodegas Convento de Las Claras
Un tinto joven, el primer vino de terruño de la casa y un primer rosado. Tres vinos de alta calidad que expresan la naturaleza y personalidad de los diferentes terroir de la Ribera.
La conjunción de suelos únicos, viñas viejas de Tempranillo, el clima de la Ribera de Duero y el minucioso trabajo en el viñedo da como resultado unas uvas de excepcional calidad que son tratadas en bodega con el mayor mimo posible para elaborar unos vinos que, gracias al trabajo desarrollado por el enólogo José Carlos Álvarez y su equipo, ya se han hecho hueco en el mercado.
La bodega vallisoletana ha lanzado ya sus nuevos caldos al mercado. Repite este año con un joven Tempranillo elaborado a partir de uvas de la cosecha 2012. Un vino, el Convento de Las Claras 2012, de capa muy cubierta de cereza sobre madura, con fuertes ribetes amoratados en su capa fina. En nariz posee altísima intensidad frutal de moras, frambuesas, zarzamoras y regaliz negro, que se conjuga con aromas tostados y especiados propios de su breve crianza en madera de roble francés. Su entrada en boca es carnosa y densa, con mucha amplitud. Destaca su equilibrada acidez, tanino suave y posgusto largo y sugestivo, donde se vuelven a mostrar las notas frutales y especiadas.
El Heritage Convento de Las Claras 2011 refleja la mezcla de los cuatro terroir más viejos de la bodega —Pago de Carrizos, Pago de los Libros, Pago del Sotillejo y Pago de San Juan—. Muestra color picota con ribete violáceo de capa muy alta y lágrima pigmentada. Una nariz de muy buena intensidad con unos aromas muy claros de regaliz, muy típico de la variedad Tinto Fino en la Ribera. Notas lácteas, de fruta en aguardiente, tostados, vainilla, frutos secos… con ligero toque mineral. En boca tiene una entrada potente, con una excelente acidez, tanino presente de buenas hechuras, que dotará al vino de una mejor textura con el paso del tiempo. Largo recorrido con un final muy fino de fruta y especias.
El primer rosado de la casa, Las Tinajas 2012, es aromático, potente, fragante y fresco. Entrega frambuesas, fresas, toques anisados, uva madura y golosa. En nariz hay fruta de hueso, flores (como el lirio o las violetas), piel de ciruela, hierbas balsámicas y fondo especiado. Tiene una boca espléndida, fresca y golosa, sin saturar, equilibrado, con un amargor elegante que recuerda a la piel del pomelo rojo. Largo, muy persistente, con volumen y melosidad.