Estábamos deseando estrenarlas y por fin podemos hacerlo. En Madrid, en Sevilla, en Baeza… Con buen tiempo, cualquier terracita se convierte en un oasis.

A pie de calle, en la azotea de un hotel, con vistas al asfalto o en medio de un jardín. No importa dónde estén. En Madrid las terrazas se convierten en las protagonistas en cuanto empieza el buen tiempo.

La del Ayre Gran Hotel Colón, rodeada de vegetación, es un remanso de paz en el que se puede disfrutar de un buffet mediterráneo al mediodía, de una cena a la carta o de una  selección de tapas pensadas para compartir. Un ‘retiro’ para el que no hace falta salir de la ciudad. Además, ahora cada fin de semana sorprenden a los comensales con un showcooking: trinchado de asado los sábados y Arroz con bogavante los domingos.

También al aire libre está la terraza de 99 Sushi Bar Moraleja. Solo en ella (no en el restaurante) podrás probar el Ishiyaki de buey Wagyu, cortado en finas láminas para cocinar sobre piedra y servido junto a varios tipos de sal, Maldon o sal negra de carbón.

¿Y quién nos iba a decir que en plena Milla de Oro madrileña podíamos encontrarnos con un pedacito de Cuba? Gasset Habana posee una refrescante terraza para disfrutar de la mejor y más tradicional comida de la isla, entre la que no puede faltar la Ropa vieja o las Papitas rellenas. También ofrecen una amplia variedad de desayunos, con una selección de tés y cafés mezclados exclusivamente para ellos, y una original repostería para la merienda más fresca y saludable con tartas hechas a base de frutas tropicales, como guayaba y coco. Si te pasas para el afterwork disfrutarás con una extensa carta de ginebras, cócteles, los mejores mojitos y cervezas cubanas.

Pero para oferta amplia la de Kasanova, con la carta de destilados más amplia de la capital. Este exquisito restaurante italiano saca al boulevard sus Tagliatelle capriolo con ragú de gamo, setas variadas y parmesano, entre otros, y una súper carta de destilados en la que no faltan whisky, ron, ginebra, vodka, tequila, armagnac, cognac, brandy, calvados y grappa.

Para saborear el Madrid más auténtico, y el más ‘guiri’ también, siéntate en plena Plaza Mayor y disfruta del ir y venir de la gente. Hazlo en Los Galayos, un restaurante centenario famoso por su cochinillo, arroces, carnes de primera y pescados que conquistan a turistas nacionales e internacionales.

Otra plaza con encanto es la Plaza de Santiago, en el Madrid de los Austrias.  Allí se encuentra La Gastroteca de Santiago, con sus “gastro-bocados”: raciones y medias raciones a un precio más que interesante (desde 7,50 a 15 €). Desde Navajas gallegas de la ría, pasando por verduras de temporada como los Espárragos a la plancha con mayonesa caliente, las Alcachofas “a la Montillana” o los Cogollos “Sanmarqueños”, hasta una Morcilla de “Graná”, la Tortilla de papas “a la mama Lola” o la Tabla de quesos artesanos, las opciones son múltiples y para todos los gustos. Para armonizar la comida con el vino más adecuado a cada plato, cuentan con una original carta de vinos de pequeñas producciones con más de 80 referencias que rotan mensualmente: vinos franceses (Borgoñas, La Champagne, Valle del Loira, Morgon, Sanserre…), vinos italianos (Sicilia, Valpoliccela, Barolo, Chianti…) y por supuesto excelentes vinos españoles.

AIRES DEL SUR

¿Sabías que en la ciudad jienense de Baeza el verbo ‘ligar’ es sinónimo de ‘ir de tapas’? Una curiosidad que, unida al valor patrimonial de esta localidad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, convierte a este rincón andaluz en un lugar atractivo para tomarse unos días de descanso y conocer su rica gastronomía.

Eso es lo que propone el Hotel TRH Ciudad de Baeza, un establecimiento construido hace casi medio siglo que, con la llegada del buen tiempo, abre las puertas de su claustro central, convertido ahora en una singular terraza de verano en la que se pueden degustar creaciones de calidad, a la carta o para tapear, elaboradas con productos locales donde el aceite de oliva virgen extra, tan vinculado a la cocina tradicional de Jaén, se convierte en protagonista indiscutible.

Las vistas al mar nos las regala Boka. De la mano del chef francés Jerome Graum y de la exótica Haby Zongo, este restaurante situado en el puerto deportivo de Sotogrande (Cádiz) ofrece una cocina con un ligero toque francés y con una notable influencia mediterránea y del producto local. Su terraza es el lugar ideal para disfrutar, junto al mar y rodeado de palmeras, de platos como el Atún de Almadraba con especias, el Ravioli de gambas con ensalada thai, el Magret de pato, curry negro o el Pichón rustido.

Para el final hemos dejado una de las terrazas más espectaculares de Sevilla: El Mirador del restaurante Abades Triana. Posada sobre el mismo río Guadalquivir y con vistas a la Torre del Oro, es un espacio al aire libre amplio y cuidado, donde disfrutar de cocina de vanguardia y raíz andaluza, así como de copas y cócteles, en un amplio horario.

Su propuesta gastronómica es una visión fina y elegante de recetas muy ligados a la tierra, con una carta que cambia según la temporada y contempla platos como Carpaccio de salmón y rape con albahaca y espuma de limas, Terrina de foie de pato, gelatina de pasión, arena de maíz y manzana con pan de especias o Crema de tomate con laminado de vieira y langostino en Tempura.

El precio medio a la carta ronda los 50 € y cuentan también con diferentes menús como el Tapas (50 €), Degustación (80 €) y el menú “Ver o sentir”, ideal para parejas (105 €).