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Vinos de la Toscana

Vinos de la Toscana

La Toscana, una de las regiones más ricas y productivas de Italia, lo es también en el terreno vinícola, tanto que cuenta con 43 Denominaciones de Origen: 7 Denominaciones de Origen Controladas y Garantizadas (DOCG) y 36 Denominaciones de Origen Controladas (DOC).

La más afamada de las DOCG es la del Chianti, que incluye vinos de los municipios de las provincias de Arezzo, Florencia, Pisa, Pistoia y Siena, para cuya elaboración se emplean uvas de las variedades Sangiovese, Canaiolo Nero, Trebbiano Toscano, Malvasia del Chianti y otras complementarias.

El Chianti fue unas de las primeras zonas en el mundo donde se constituyó un “consorcio” de productores. De hecho, la denominación Chianti Classico, la más reputada, se estableció antes de que se dictara la actual normativa sobre Denominaciones de Origen.

Una DOCG sobresaliente es Brunello di Montalcino, cuyo centro neurálgico es Montalcino, en la provincia de Siena. Sus vinos se elaboran en base a la variedad Brunello, un clon de la variedad Sangiovese.

Lo mismo ocurre con la denominación Rosso di Montalcino, que comparte con la anterior tanto su centro neurálgico como el varietal principal (Brunello) para elaborar sus caldos, aunque esta Denominación emplea métodos y criterios sensiblemente diferentes.

Vernaccia di San Gimignano recoge los vinos producidos en San Gimignano empleando el varietal blanco Vernaccia. Y muy afamada es también la DOCG Vino Nobile di Montepulciano, cuyos caldos se elaboran a partir de Prugnolo Gentile y Trebbiano Toscano, entre otros varietales.

Cierran las DOCG toscanas la Denominación Carmignano, en la que destaca el Vin Santo, producido a base de Trebbiano Toscano, Canaiolo Bianco, Malvasia del Chianti y otros varietales, y Morellino di Scansano, la última en incorporarse, en 2006.

DOCG DE LA TOSCANA

1. Chianti

El Chianti joven es un vino adecuado para cualquier tipo de comida, tanto es así que de él se dice que responde al antiguo dicho sienés “pan di un giorno e vin di un anno” (pan de un día y vino de un año), una manera popular de referirse al vino joven. Va bien tanto con primeros platos con salsa ragú como con cocidos o guisos.

Por su parte, un Chianti moderadamente envejecido es ideal para aves de corral y carnes blancas, aunque también resulta perfecto con queso, especialmente con el de oveja.

El Chianti más envejecido y el Reserva se complementan con carnes rojas y de caza.

Zona de producción: territorio delimitado por las provincias de Arezzo, Florencia, Pistoia, Prato y Siena.

2. Chianti Classico

Ideal para todo tipo de comidas, el Chianti Classico se adapta a la extraordinaria variedad de la cocina toscana. Más joven, acompaña a los entremeses de chacinas y se armoniza con los primeros platos típicos, como la sopa de judías o las sopas de tomate.

Con el Reserva se exaltan los asados, la caza y la carne a la brasa, complementándose con el perfume de las especias y de las verduras de toda la agricultura del Chianti.

Apto para los fritos, que en la Toscana es un plato regio, y particularmente exaltado cuando acompaña a la gran producción de los quesos de oveja de las tierras de Siena y Florencia.

Zona de producción: todo el término municipal de Castellina, Gaiole, Greve y Radda en Chianti, y parte del término de los municipios de Castelnuovo Berardenga y Poggiobonsi (en la provincia de Siena); todo el término municipal de Greve en Chianti, y parte de Barberino Val d’Elsa, San Casciano y Tavarnelle Val di Pesa (en la provincia de Florencia).

3. Brunello di Montalcino

El Brunello se acompaña bien con platos estructurados como carne roja, caza, zorzal asado, quesos viejos, aves nobles, estofados, setas y trufas. Suele definirse este caldo como un “crescendo”, una sinfonía de sabores y olores nobles, de perfumes muy diferentes.

Por sus características, una copa de Brunello Reserva de gran cosecha es un vino de meditación.

Zona de producción: todo el territorio del municipio de Montalcino, en la provincia de Siena.

4. Vernaccia di San Gimignano

Este blanco se adapta magníficamente a diversas combinaciones gastronómicas, tanto de la cocina toscana en general como de la típica de San Gimignano en particular.

Es un vino de aperitivo, que se sirve frío, a una temperatura de 11/12º, y que resulta óptimo para entremeses, platos a base de pescado y crustáceos, así como para primeros platos, como la sopa de pan, y platos a base de carne blanca, desde el pollo hasta el conejo.

La versión Reserva del Vernaccia di San Gimignano xalta particularmente su bouquet cuando acompaña a recetas de carne más elaboradas.

Zona de producción: territorio del municipio de San Gimignano, en provincia de Siena.

5. Nobile di Montepulciano

Un gran caldo, apto para una gran cocina. Su acompañamiento gastronómico ideal son los asados de carne roja, asados de carne de caza, aves nobles y quesos curados, aunque acompaña bien a cualquier plato, resultando especialmente agradable en primeros platos sabrosos y rigurosos, como los clásicos “pici« (pasta hecha a mano y acompañada con un delicioso ragú de carne), y también como vino de postre.

Zona de producción: el municipio de Montepulciano, en provincia de Siena.

6. Carmignano

La temperatura óptima para servir este caldo oscila entre 18º y 20º, resultando especialmente adecuado para acompañar a la tradicional y sabrosa gastronomía local: desde los asados de carne roja o el tradicional chuletón a la parrilla hasta las aves nobles y la caza.

Una gran cosecha de Carmignano Reserva puede acompañar perfectamente a quesos curados y de sabor intenso.

Zona de producción: todo el territorio del municipio de Carmignano y Poggio en Caiano, en la provincia de Prato.

7. Morellino di Scansano

El Morellino di Scansano nace en una característica zona del territorio toscano, en las colinas de la provincia de Scansano.

Este célebre tipo de vino, cuyas raíces históricas son muy lejanas, ha sido la última Denominación de Origen toscana en conseguir el alto reconocimiento D.O.C.G. en 2006. Es un vino especialmente adecuado para acompañar las tostas toscanas, las menestras regionales, las pappardelle o el queso pecorino (de oveja) toscano; en relación a la carne, se acompaña muy bien con todo tipo de carne roja, con los higadillos de cerdo y con el célebre bistec a la fiorentina.

Zona de producción: todo el territorio comprendido entre las colinas de la provincia de Grosseto, los ríos Ombrone y Albegna, que incluye todo el término municipal de Scansano y parte de los Municipios de Manciano, Magliano en Toscana, Grosseto, Campagnatico, Semproniano y Roccalbegna, en la provincia de Grosseto.

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