Te encanta la cerveza, y más si es una Guinness. Ahora, ¿sabrías tirarla como se debe?

Parece sencillo pero, como todo, tiene su truco. Eso sí, al final también es cierto que la práctica ayuda. De momento, toma nota de lo que dice la teoría.

• Coge un vaso fresco, limpio y seco.
• Coloca el vaso bajo el grifo formando un ángulo de 45 grados.
• Tira de la manivela hacia delante hasta que esté en posición horizontal y llena el vaso hasta que queden unos 15-20 mm por completar. Ojo, ¡el grifo no debe introducirse en la cerveza!
• Deja que la cerveza se asiente (aproximadamente 119,5 segundos).
• Termina de llenar el vaso tirando de la manivela del grifo hacia atrás hasta que la espuma sobresalga ligeramente por encima del vaso. No dejes que se salga la cerveza y nunca uses una espátula para nivelar la espuma.
• Procura que la cerveza no se te desborde y ¡disfruta de tu pinta!

CUÁNTO SABES DE GUINNESS

Tranquilo, no vamos a hacerte un cuestionario. Como curiosidad, te diremos que en 1759 Arthur Guinness firmó, por una duración de 9.000 años, el contrato de arrendamiento de una fábrica de cerveza situada en la calle Saint James de Dublín.

En 1904 el edificio que hoy alberga la Guinness Storehouse fue construido siguiendo el estilo de la Escuela de Chicago, convirtiéndose en la primera construcción de las islas británicas con armazón de acero, y empezó a usarse como planta de fermentación de la cerveza.

En 1980, debido a la imposibilidad de adaptar el edificio a los procesos de fabricación del momento, la planta de fermentación fue trasladada, cerrando este sus puertas en 1986.

Finalmente, en el año 2000 el edificio fue inaugurado como museo bajo el nombre de Guinness Storehouse y hoy es la atracción más visitada de Irlanda.

Te recomendamos visitarlo en tu próximo viaje a la capital irlandesa. Puedes recorrer  sus instalaciones, sorprenderte con exquisitos platos elaborados, cómo no, con su cerveza, y disfrutar de la panorámica de la ciudad desde su Gravity Bar.