Sabores noruegos a bordo de Hurtigruten
Paisajes pero también gastronomía: cuello de cerdo noruego, paté de reno, exquisito bacalao y otras delicias de la costa y el interior.
Noruega es uno de esos destinos a los que me gustaría ir al menos una vez en la vida, y la verdad es que no estaría mal descubrirlo en barco —hace unos años tuve la oportunidad de hacer un crucero por el Báltico y la experiencia fue fantástica, así que no descarto repetir medio de transporte—. No imagino mejor forma de disfrutar del que dicen que es el litoral más hermoso del mundo.
Hurtigruten es la compañía de referencia, y ‘Tras la Aurora Boreal’ una de las propuestas de viaje para descubrir Noruega en invierno. Propuesta que ahora complementan con una auténtica experiencia gastronómica a bordo que permite descubrir y saborear las tradicionales delicias culinarias de la costa y el interior. Lo hacen incorporando a la carta productos locales de temporada obtenidos de pequeños negocios —a menudo rurales— de las zonas que visitan sus barcos.
Por ejemplo, en Trondheim se puede saborear el Cuello de cerdo noruego asado con repollo colorado marinado y un caldo especiado, seguido de Tjukkmelkspudding, un tradicional pudin de leche del distrito Røros. ¿Más platos de esta nueva carta de invierno? La Pechuga de buey asado con raíces de verduras de invierno que se sirve en Kirkenes, con postre helado de arándanos y bizcocho, o el exquisito paté de reno y bacalao típico de la región de Finnmark que sirven en Hammerfest.
Para mejorar la experiencia, incluso han pensado incluir una breve explicación de los platos, con informaciones como “este cordero procede de la granja de Johan, situada a tan solo dos millas náuticas a estribor” o “los langostinos se cargaron en el último puerto directamente del barco del pescador”.
Paisaje y gastronomía, a mí me parece una iniciativa estupenda. ¿Y a ti?
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