El nombre promete y no defrauda. Buen producto, buen trato y buen precio en el distrito financiero.

Canela Fina, así se llama la nueva aventura empresarial de los propietarios de El Rinconcito de Candela. Con un nombre tan prometedor, cómo no ir a conocerlo.

Está ubicado en pleno corazón financiero de Madrid, en la zona de Azca, y en sus escasos dos meses de vida ya ha conseguido hacerse un hueco entre los asiduos de la zona.

Lo primero que llama la atención nada más atravesar su puerta es la claridad y sensación de amplitud del espacio. El local no es muy grande, pero los tonos claros y el mobiliario funcional consiguen un ambiente cálido y agradable.

En su carta vas a encontrar una gran variedad de entrantes perfectos para compartir, entre ellos quesos y embutidos. Nosotros nos dejamos aconsejar y comenzamos con las Croquetas de rabo de toro —las sirven con su jugo y se nota la diferencia si las riegas un poquito— y la Ensalada de tomates pelados con cebolla tierna y bonito fresco en escabeche —un plato fresco y ligero pero con mucho sabor, ideal para ir abriendo boca.

El siguiente plato, también para compartir, fueron los Chipirones encebollados con gambas. Sencillamente deliciosos. Tiernos y con una salsita muy agradable. Para mojar pan.

Y si algo merece especial atención son las carnes. Su Steak Tartar, cortado a mano y preparado en sala, es uno de los platos fuertes de la casa. También probamos el Entrecot de buey con patatas panadera, jugoso y tierno.

En la carta también hay sitio para los pescados: rodaballo salvaje, atún rojo, merluza gallega… Tendremos que volver para catarlos.

Lo que menos nos convenció fue el postre: Tarta de queso y Tarta de galleta. Ninguna de las dos triunfó, la verdad.

En general, una cocina rica, sin florituras pero con sabor, y un servicio muy atento.

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Restaurante Canela Fina

Profesor Waksman, 5. Madrid / Tel.: 91 457 32 27 / Precio medio: 25 € / Abre de lunes a domingo