Platos ligeritos para recibir a los meses más cálidos, eso sí,  fieles al concepto ‘confortable food’.

Dos años después de su apertura, Santo Restaurante & Deli se ha consolidado como una interesante propuesta gastronómica, con una carta que gira en torno al producto mediterráneo de alta calidad,  pero aderezado con el sutil toque brasileño de su propietaria y chef, Juliana Aguiar.

Con la llegada del buen tiempo sus propuestas se adecúan a las temperaturas más suaves, pero manteniendo la filosofía de Comfortable food, una cocina en la que los sabores nos trasladan a la infancia y los platos de las abuelas. A ese concepto “confortable” contribuye la atmósfera del restaurante, un espacio diáfano con mesas corridas de madera y curiosos enseres de cocina en las paredes que hacen que uno se sienta como en casa, sin prisa por terminar la sobremesa.

La nueva carta mantiene sus mezzes, entrante que combina verduras de temporada, quesos, salazones y embutidos de diferentes partes del mundo, servidos con una deliciosa selección de pan de Viena La Baguette.

De segundo se puede disfrutar de propuestas frescas y adecuadas a la estación. Del lado “de la tierra” la chef ha ideado cinco atractivas sugerencias: Quibeirute (pastel libanés de carne con queso) acompañado de  tabule y chancliche,  Magret de pato con arroz de lichis y niras,  Cordero cocido a baja temperatura con hummus y verduritas de huerta, Falso risotto al pesto y chevre con piñones y uno de los clásicos del restaurante, Churrasquito de picanha a la brasileña.

Quienes prefieran platos “del mar”, encontrarán un Dúo del mar (compuesto por chipirones a las hierbas y pulpo a los cítricos),  Tataki de emperador al aguacate fresco y puerros con salsa agridulce con mostaza, Ensalada de atún fresco con tomates de temporada, ajetes y aroma de chocolate y un plato tradicional brasileño, la Moqueca de langostinos acompañado de arroz basmati. A todos ellos se suman diariamente los platos del día y los especiales de la semana por las noches, así como una ensalada diaria para quienes prefieran una opción todavía más fresca.

Como colofón a una estupenda experiencia en Santo, date el gusto de probar uno de sus postres. A la solicitada Mousse de fruta de la pasión brulée se suman dulces como el , la Tarta prestigio, un Praliné de café con avellanas o un refrescante Granizado de frutas tropicales.

Otra de las señas de identidad de Santo son sus caipiriñas, elaboradas con diferentes frutas de temporada. Las hacen con vodka, sake y, por supuesto, cachaza (importada directamente de pequeños productores brasileños). Una mezcla perfecta para esta época sería la combinación de paraguaya, mandarina o piña picante.

NO SOLO UN RESTAURANTE

Santo completa su oferta gastronómica con brunch y deli, dos propuestas que ya cuentan con una clientela fiel.

Los domingos a partir de las 12:30 es posible disfrutar de un suculento brunch con una selección de panes, mermeladas, mantequilla y tomate, café, zumo de fruta natural, tostada con el huevo benedictino perfecto (cocido a baja temperatura durante cuatro horas), queso, jamón y verduritas de la huerta.

La propuesta deli va más allá y está pensada para los clientes que quieran seguir disfrutando en casa de un buen número de productos, como una gran selección de aceites, los vinos de la carta, su propuesta de panes, condimentos (como pimentón y azafrán o sales de Mallorca), cerámicas, tablas de madera o, incluso, delantales.

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Santo Restaurante & Deli