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Tarragona… ¡con el paladar!

Tarragona… ¡con el paladar!

Tarragona… ¡con El Paladar!

La gastronomía es uno de los platos fuertes de la oferta turística de Tarragona. Sentarse a la mesa frente al mar en el barrio marinero del Serrallo o en cualquier restaurante de la Part Alta (el casco antiguo) es un regalo para el paladar… y un descanso después de visitar los monumentos más emblemáticos.

El romesco, un sencillo guiso de pescadores documentado desde hace un siglo, es el plato estrella tarraconense. Surgió en las barcas del Serrallo, y con el tiempo ha evolucionado en un exquistito manjar ideal para degustar con tranquilidad en cualquiera de las terrazas del barrio marinero, con variantes tan distintas como el ‘romesco de rape’, ‘romesco de pulpo o sepia’, ‘romesco de conejo’ o ‘romesco de rabo de toro’.

Al Serrallo llegan también la gamba roja, el pulpo, la sepia… y pescado reconocido con la DOP Pescado Azul de Tarragona. También pueden saborearse arroces en sus diferentes variantes –paella marinera, arroz negro, arroz caldoso de galeras…– o los sabrosos fideos rossejats (dorados). Pero Tarragona presume también de huerta, famosa por el calçot, una cebolla blanca, tierna y alargada típica de estas tierras, que acompañado de una parrillada de carne configura las famosas ‘calçotadas’.

gastronomía típica de Tarragona

En la Part Alta (casco antiguo) la gastronomía se fusiona con la historia y podemos encontrar restaurantes que conservan restos arquitectónicos romanos, como Les Voltes (bajo tres bóvedas del Circo de Tarraco), Pulvinar (con parte de la bóveda perimetral de la estructura del Circo), Seasons (con parte de la bóveda perimetral del gran Foro Provincial), AQ (con restos romanos de la zona de culto del Foro Provincial) o Barhaus (con un muro de sillares del Foro Provincial en un comedor privado).

Todas esas delicias las podemos maridar con los vinos de la DO Tarragona. Los blancos y tintos se producen en la franja que corresponde al Camp de Tarragona, mientras que los rosados están arraigados en la Ribera d’Ebre. También podemos encontrar mistelas y rancios, ideales para los postres.

Y para disfrutar del enoturismo hay tres Rutas del Vino, una de ellas integrada en la capital: Ruta C, ‘De la Tarraco Romana a las bodegas modernistas del Alt Camp’. Transcurre por Els Munts, Tarraco romana, Centcelles, Centro histórico Valls, Monasterio de Santes Creus y Santuario de Montserrat y pueden visitarse 9 bodegas: Padró y familia, Celler Mas Bella, Adernats-Catedral del Vi, Celler Sanromà, Cellers Blanch, Vins i Caves Vives Ambròs, Mas Vicenç, Vinya Janine y Estol Verd Celler.

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