Nos batimos en un torneo de pinchos medievales que incluyen homenajes a las blondas seguntinas, el rosetón de la Catedral o los juglares que venían desde Levante.
En una terraza a la orilla del mar, en un típico pueblo serrano o en una rústica tasca de pescadores. Escoge el escenario que más le guste y prepárate para disfrutar.
Las ostras frescas de Galway, el queso azul de Cashel, los helados artesanos de Linnalla… La isla esmeralda esconde un mundo infinito de posibilidades gastronómicas.
No se puede hablar del Caribe y de su historia sin hablar del ron, por eso cualquier viaje a tierras caribeñas debe incluir la visita a una destilería.