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Palacio de las Especias

Palacio de las Especias

Descubre los sabores del desierto rodeado del lujo y el exotismo de este fabuloso riad situado en el corazón de la medina de Marrakech.

¿Cómo describir lo que uno se encuentra cuando atraviesa las puertas que dan acceso al interior de este hotel riad? Cada una de sus estancias está cuidada y mimada al detalle y en cada rincón aguarda una sorpresa: fuentes, encantadores rincones para tomar el té, preciosas lámparas, una biblioteca junto a la chimenea, camas balinesas junto a la piscina… incluso hay una auténtica jaima bereber y una zona con arena de las dunas de Merzuga. El aroma que se respira también es especial: huele a aceite de Musk.

Un lujo exquisito que se completa con otro lujo: la experiencia de poder disfrutar de los sabores de Marruecos con platos genuinos de la gastronomía del desierto. Una fusión de los aromas y sabores de la cocina marroquí representada en platos tan conocidos como tadjines o cous-cous esmeradamente cocinados, guisos especiados de cordero, delicados briouats, aromáticas keftas o suaves cremas de berenjena y garbanzos. En todos ellos las especias y los frutos secos se complementan para dar el toque maestro a platos que hacen que sentarse a la mesa se convierta en un placer para los sentidos.

Palacio de las Especias

Y si además de saborear estas creaciones quieres aprender a elaborarlas, el riad ofrece clases de cocina marroquí para que puedas iniciarte en los secretos de sus aromas. La actividad comienza con una visita a un mercado tradicional y continúa en la cocina del riad, donde se preparan cuatro platos diferentes cada día (por ejemplo una ensalada, briuats, cous cous y un postre típico) que luego se disfrutan en una comida o cena en el restaurante. Además, te regalan un recetario para que, de vuelta a casa, puedas seguir practicando y sorprendiendo a tus invitados.

También puedes completar tu estancia con escapadas de un día al valle del Ourika, a las cascadas de Ouzoud e incluso a la costera ciudad de Essaouira, Patrimonio de la Humanidad; o con salidas que incluyan una o dos noches por la ruta de las Kasbahs o las dunas de Merzouga.

¿No te dan ganas de irte a Marrakech ya?

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