La sinfonía de delicados aromas, sabores y colores de la isla puede degustarse en cualquiera de los fabulosos espacios gastronómicos de The Residence Mauritius, un hotel que recrea el ambiente y el estilo de las casas coloniales del siglo XIX.

En The Dining Room, construido completamente en madera y con vistas a la piscina, el menú invita a descubrir los mil y un sabores de una cocina refinada. Por la mañana ofrece una amplia selección de especialidades locales y occidentales así como una gran variedad de zumos de frutas frescas. Por la noche, su propuesta gastronómica se caracteriza por sus múltiples sabores.

The Verandah sirve ligeros almuerzos alrededor de la piscina, una selección de platos creativos y ligeros ideales para degustar frente al Océano Índico. Entre ellos figuran una gran variedad de sándwiches tostados, pizzas preparadas en un horno de leña y generosas ensaladas.

La decoración y el diseño de The Plantation es una réplica las antiguas plantaciones. Ubicado a pie de playa, ofrece una exquisita selección de mariscos frescos y recetas criollas locales que convierten a este restaurante en un lugar de visita obligada tanto para los huéspedes del hotel como para los propios mauricianos.

Los amantes de los dulces no querrán alejarse de The Gourmet Kiosque y su tentadora variedad de gofres, crepes  y helados caseros, que pueden degustarse junto a la piscina.

Y otro amplio y acogedor espacio es The Bar,  un salón de 500 metros cuadrados  decorado con soberbias antigüedades, de la isla y de toda Asia, y con espaciosos sofás y cómodos sillones que invitan a relajarse. Es el lugar ideal para degustar pausadamente un desayuno tardío, un té tradicional o un cóctel al caer la tarde. Además, cada noche es el escenario de un espectáculo musical.